jueves, 3 de abril de 2008

Ricardo


Nacido en Chascomús, Buenos Aires el 12 de marzo de 1927. En el año 1983 se convertiría en presidente de los argentinos hasta... (hasta que no dio para más) Luego se dedicaría a probar la resistencia que ofrecen los parabrisas al cuerpo humano. Mas precisamente al suyo.
Lejos de tener algún tipo de relación con quien les escribe, este personaje me resultó carismático por lo que rápidamente entablamos una estrechisima amistad ficticia.

En él personifico a todos mis amigos y tal vez a mi mismo. Quizás en la conversaciones que mantengo con el este hablando conmigo mismo.
Será materia de estudio (de mi terapeuta)
Aquí algunos diálogos entre Ricardo y Yo

"Compra Euros Ricardo que el Dólar se pincha y dejate de joder con los Australes"

"¡La casa esta en orden un carajo Ricardo! ¡Ponete a ordenar y dejá de decir pavadas por el balcón!"
"¿A esto le llamas orden? ¡Mirá, mirá lo que es tu cuarto! ¡Están todos los soldaditos desparramados y sabés que a tu abuela no le gusta!"
"No, en Viedma nada Ricardo. Te quedas acá y te dejas de joder. ¿Está claro?"


1 comentario:

LONG-OHNI dijo...

¡Y mirá el kilombo que armaron los soldaditos desparramados!!!!
Claro, uno puede pensar la historia pasada reciente a lo trágico y cagarse de angustia y decir, horriblemente, "Este país de....", cosa que es peor que sufrir un cáncer de pelo. Pero si uno le pone un cacho de humor, aunque sea ácido y sarcástico, las cosas vienen con Uvasal y no te hacen pelota el estómago.
Y vos, dále, seguí, que los argentinos, además del gotán, siempre lamentoso, necesitamos una buena dosis de humor (tratá de no patentar, porque los fármacos están más caros que los cien gramos de langosta)
ci vediano
auf wiedersehen
ciao